En la travesía de la vida logramos explorar nuevos horizontes, posarmos en uno que otro nuevo astro, ¿verdaderamente prometedor quizá?; podríamos morir en el intento de alcanzarlo; y si acaso y de alcanzarlo podríamos ser también incompatibles a su ambiente, nos repele, nos intoxica, nos consume, nos mata. Aunque cierto es que aveces embargados por la incertidumbre desistimos a la absoluta tentativa de la curiosidad, quien quita y allí esta nuestra tierra la prometida, la verdadera; el peligro es real, más el miedo es solo una opción, ¡atreverse es la única buena opción! Quizá y después de ese mal paso, de aquella dura instancia, podamos apuntar más cerca de nuestro propósito, ¡mirad a la luz!...
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