La
historia del mundo no sería la misma sin el caballo. Su colaboración ha sido
crucial para la humanidad. Pero si en el plano material su importancia es
enorme no lo es menos en otros planos. Al hablar del significado de este
animal, tenemos que tomar en cuenta muchas culturas en la que aparece la idea
del caballo como algo especial.
En
primer lugar el caballo engrandece al hombre; Frente al infante que va a pie,
el caballero tiene una posición elevada, ello le confiere más fuerza, más
poder, más gallardía. Pero esta posición superior le obliga a tener que
definirse en el uso de su superioridad, es decir quién va a caballo se sabe
superior, pero esa superioridad nunca debe ser manifestada ni ostentosa, y es por
ello que se exige la humildad al caballero, para que siendo más fuerte sea
benévolo con los derrotados, siendo más poderoso sea caritativo con los
humildes. Quien no actúa así no merece el nombre de caballero. El caballo
ensalza al hombre pero este debe estar a la altura.
Ejemplo
simbólico de lo dicho lo tenemos el hecho ocurrido a San Pablo, en que este cae
del caballo. La caída del caballo es un mensaje de: no eres un ser superior
para aplastar al prójimo, sino que debes tocar tierra y estar con los hombres,
servirlos y guiarlos, porque la grandeza no reside en la fuerza, reside en el
corazón.
Otro
hecho importante del caballo es que nos permite ir más allá en el plano físico
y en el espiritual. Y de la misma manera que viajamos por la tierra, el caballo
simbólicamente permite viajar a otras dimensiones, Hacia el Cielo o al
infierno, a otra dimensión.
A
Este hermoso animal, se incluyen otros conceptos tan nobles como valor,
justicia, caridad, fe, coraje, humildad, generosidad, nobleza, franqueza y
tantas otras virtudes del bien. Pero frente a estas fuerzas del bien también
existen caballeros del mal y así vemos como los grandes peligros de la
humanidad: la muerte, la peste, el hambre y la guerra cabalgan a caballo siendo
los cuatro jinetes del Apocalipsis.
El
caballo representa una transformación y lleva a la misma a su jinete. Si el
caballo es un animal herbívoro y por lo tanto temeroso y nervioso, algo loco,
pero al lado del hombre se vuelve un animal valiente, dispuesto a todo. Hay una
simbiosis, una fusión para el crecimiento espiritual y material, caballero y
caballo no son dos, son uno, como la mítica criatura del centauro.
Y es que hay mucho de mágico en el caballo, algo que más que por
conocimiento se entiende al sentir y vivir la fuerza, entrega, confianza y amor
que nos da el trato con tan noble animal.